Durante un baño de sonido, llevamos a nuestra mente a un profundo estado meditativo. Las ondas cerebrales se sincronizan con el sonido de los instrumentos y se ralentizan, predominando de esta forma las ondas theta asociadas a fases del sueño REM y a estados meditativos y creativos. Con la relajación del cuerpo y de la mente, el sistema nervioso central se equilibra y se potencia la actividad del sistema nervioso parasimpático lo cual hace que el cuerpo se regenere y se recupere del estrés y la sobre estimulación.