Las danzas africanas involucran todo el cuerpo, abriendo, de este modo, centros de energía, y por tanto, despertando la sensibilidad y la conciencia corporal.
En base a las necesidades corporales que se requieren para ejecutar los movimientos característicos de la danza africana, se crean ejercicios para preparar el cuerpo, son ejercicios técnicos de alineamiento postural y de búsqueda de impulsos internos. Se trabaja el tono muscular, la flexibilidad, el ritmo y la escucha. Las clases se acompañan de percusión en directo.